Interés general

Te acordás hermano qué tiempos aquellos, mexicaneada arroyista y por muchos Carlos Rottemberg más

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

 

El que pasó, históricamente, siempre fue el mejor fin de semana de la temporada. En años “normales” podían coincidir el superclásico entre Boca y River, un recital en el polideportivo de Ciro y los Persas, la Gala Zurich en Playa Grande o el show de música electrónica de Clapton en una playa del sur. Los teatros más taquilleros habilitaban la segunda función, con 32 grados se agotaban las carpas y sombrillas en los balnearios, y en la calurosa noche sabatina resultaba imposible conseguir una mesa para cenar o tomar una cerveza al aire libre hasta la madrugada. Gracias al coronavirus nada de eso sucedió. En el mejor fin de semana la capacidad hotelera llegó a ocuparse en un 50 por ciento, señaló LA CAPITAL. Ya en septiembre se vaticinaba en esta sección que sería la temporada del 50 por ciento. Un golpe durísimo para Mar del Plata que ofrece hoy -pese al respiro que significó el fin de semana que pasó- una de las peores temporadas de su historia. Con un febrero en el que nadie deposita grandes expectativas, para muchos en las próximas horas se cerrará el verano mientras se comienza a pensar en las clases. “Será una temporada atípica se vaticinaba”. Olvidable quizás sea la mejor definición…

También hay que destacar, coincide en señalarse, que más allá de la merma turística por el coronavirus la situación económica también se hace sentir. “Hay una suma de factores. En verano el marplatense también se disfraza de turista y concurre a espectáculos, alquila carpas y concurre a restaurantes. Esta temporada el marplatense se quedó en su casa, golpeado por un año durísimo y por temor al contagio. La autoestima del marplatense cayó tanto como la afluencia turística”, resaltó el propietario de un conocido restaurante donde este sábado por primera vez hubo colas para cenar, algo habitual en forma diaria el verano pasado. “Si en enero pasado fui a cenar afuera cuatro veces, este lo hice una sola vez. No alquilé carpa por primera vez en muchos años, al teatro sólo fui a ver a Mauricio Dayub y no tomé taxis. Mi esposa tuvo coronavirus, yo zafé y me cuido todo lo que es posible. Un verano que no sé si podría haber sido mejor o peor. Lo cierto es que esto es lo que hay”, refería el propietario de una conocida inmobiliaria. Testimonios similares se multiplican en estas horas.

“No coincido con vos en que la temporada es tan mala. Depende cuáles son los parámetros de comparación. Cuando termine marzo, estaremos en entre un cuarenta y cincuenta por ciento más bajo que el verano anterior, pero por favor, googleá y fijate qué fue lo que sucedió en los principales centros turísticos del mundo, donde la caída de afluencia turística estuvo entre el setenta y el setenta y cinco por ciento”. El funcionario municipal, de íntima confianza del intendente Montenegro, encaraba al periodista en café cercano a la comuna. Venía de interiorizarse en una clínica local, por el estado de salud del compañero de gabinete que, por segunda vez, contrajo coronavirus en menos de tres meses, y debió ser internado y recibir asistencia mecánica respiratoria. “Cuando se sume la temporada completa, vamos a llegar a la conclusión de que habrán pasado por acá dos millones de turistas en pandemia. Es una cifra del carajo, en estas circunstancias. Lo que sucede es que Mar del Plata es una ciudad preparada para recibir en verano a cuatro millones de visitantes”, explicó antes de que volviera a sonar su celular.



Adelantando la columna que en febrero siempre publica en el diario La Nación sobre la temporada marplatense, el periodista Pablo Sirvén firmó el domingo su análisis bajo el título “La ciudad que dejó de ser feliz”. “Con la ciudad cerrada en la mayor parte de 2020 por culpa del coronavirus, los distintos rubros económicos llegaron maltrechos a una temporada que funciona a media máquina, con dos grandes ausentes masivos: el turismo sindical y los adultos mayores que ralean hoteles y establecimientos gastronómicos. Las muy concurridas fiestas electrónicas de los últimos veranos, que le valieron a Mar del Plata recuperar al público joven y hasta figurar en el calendario mundial de este tipo de eventos, tampoco tienen lugar por razones obvias y esa franja generacional no sabe qué hacer cuando a la una de la madrugada cierran todos los bares”. Asimismo, apunta que “el adelantamiento porteño del comienzo de las clases pone un interrogante extra sobre un febrero al que todos temen y con razón tras un enero lánguido que apenas viene repuntando un poco con la llegada de la segunda quincena, que históricamente suele marcar el récord de visitantes. Pero esta vez el récord fue la desocupación en medio del gran parate del invierno 2020 que trepó hasta un 26%, casi dos puntos más que el que sufrieron en la crisis de 2001, reducido con el reinicio de actividades a un, de todos modos, preocupante y aún muy alto 13%”, remarcó.

El empresario y productor teatral Carlos Rottemberg tiene una colección de libretitas -todas forradas de igual manera- donde se consignan los números y datos teatrales de cada temporada. Periodistas, artistas y otros empresarios a menudo lo llaman para pedirle un dato exacto. Por ello, las famosas libretitas lo acompañan hasta la playa. La de la temporada 2021 es totalmente diferente a todas las anteriores. De hecho, le sobran las páginas en blanco. Cuando el Día de Reyes vaticinó en LA CAPITAL -un clásico ya de cada temporada- que este verano en Mar del Plata se vendería sólo el 6 por ciento de las entradas que el año anterior, costaba creerlo. Sin embargo, una vez más sus números y cálculos son contundentes. Por primera vez Carlos Paz supera a Mar del Plata -por cinco- y hasta en la Ciudad de Buenos Aires se venden más tickets para las obras teatrales que acá. ¿Una de las explicaciones? Córdoba autorizó el 50% de aforo para los teatros ante el 30% permitido en Buenos Aires. Las compañías teatrales no lo dudaron y apostaron a la ciudad mediterránea, salvo Rottemberg, claro está, quien sabiendo que iría a pérdida se la jugó por la que considera su ciudad. “Aunque sea en forma testimonial tenemos que estar¨, insistía en diciembre, cuando ni siquiera estaba garantizada la autorización para ese tipo de espectáculos.

Sabe perfectamente cuánta gente hubo anoche en la avenida Corrientes, en el teatro de San Bernardo y obvio en su sala. Algunos de sus teatros en Mar del Plata están cerrados. “No quiere ni pasar por la vereda. Es capaz de llorar. Su vida es el teatro y lo de esta temporada jamás lo hubiese imaginado”, dice uno de sus mejores amigos de Mar del Plata. Rottemberg mantuvo las fuentes de trabajo y cuando todo era incertidumbre llamó y convenció a sus colegas para que no abandonaran a Mar del Plata. Algunos de ellos le prometieron seguirlo. Se quedaron finalmente en el camino y ante la coyuntura finalmente desistieron de la patriada. Rottemberg ama a Mar del Plata. Se siente marplatense y trata de inculcarle ese amor por la ciudad a sus hijos. El ritual de la cena con artistas o amigos lo alimenta noche tras noche. Tiene sus cuatro o cinco restaurantes preferidos y allí desfilan las anécdotas e historias del espectáculo, las viejas temporadas, la evolución del teatro, la historia de las libretitas y su método para afirmar tras la primera semana de enero cuál será la concurrencia en ese verano. Una estadística que nunca falla. Un termómetro y un aviso claro de lo que vendrá…



Esto le trajo tanto alegrías como dolores de cabeza. Alguna vez contó que un 6 de enero tras anunciar en LA CAPITAL que esa temporada se vendería un 17 por ciento más de entradas que el verano anterior recibió el llamado de un alto funcionario provincial agradeciéndole por ese dato optimista. Un 6 de enero pero un año después sus libretitas marcaron que la temporada tendría un descenso del 10 por ciento. Lo llamo el mismo funcionario. “Podrías haber esperado unos días más para decirlo”, se quejó el hombre. Rottemberg lo cuenta y sonríe con ganas. Para los números no hay grietas. El hombre que a los cinco años iba al cine y en vez de ver la película contaba la cantidad de espectadores para preocupación de su madre que no lograba entender lo que sucedía en esa cabeza, los números no saben de grieta ni de política. Su intachable ética lo ha llevado a ser respetado por artistas y colegas. Las ya célebres firmas de sus contratos estampando un dedo sobre un papel en blanco son un ejemplo. Es de los que siguen creyendo en la palabra empeñada.

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Hace algunas temporadas recibió la visita de un ministro. “Estamos dispuestos a comprar miles de entradas para regalar en una forma de resarcirlos”, le explicó cuando los artistas se quejaban en televisión porque los recitales gratuitos organizados por la Provincia les restaban espectadores. “De ninguna manera”, lo cortó explicándole que la actividad privada se rige con otros cánones. Jamás hizo negocios con el Estado. En otro gobierno se le acercaron para ofrecerle una especie de subsidio para la actividad. “Vayan y ayuden al teatro independiente”, respondió. “Si hay dinero del Estado para el teatro que sea para el circuito independiente”, ya le decía a LA CAPITAL el 21 de enero de 2013.

Mar del Plata, temporada 1981. Fernando Motti, Coco Acevedo, Enrique Carreras, Carlos Rottemberg, Darío Vittori y Pepe Parada

Semanas atrás, Rottemberg volvió a escuchar la propuesta de importante funcionario. “Podemos comprarles determinada cantidad de entradas para repartir a grupos de la tercera edad”, le ofreció el ministro que no se esperaba la respuesta. “¿Querés entradas para los jubilados? Decime cuántas y te las regalo”, respondió. “Es que queremos hacer algo por ustedes”, insistió el funcionario. “Perfecto. Hagan una campaña o ayuden a explicar que el teatro con los protocolos que estamos aplicando es seguro”. Hace algunas horas se grabó el spot correspondiente que se conocerá en los próximos días. “No se puede ser capitalista en el éxito y socialista en los fracasos”, repite hasta el cansancio el productor. Y como para que no queden dudas, se define como “capitalista en serio. Cuando gano no la comparto con el Estado y cuando pierdo tampoco”, resalta. Todo un ejemplo.

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Fueron parte del peor gobierno de la historia de la ciudad y siguen dando que hablar. En los más informados corrillos políticos locales, la protagonizada por dos ex funcionarios arroyistas se convierte en la historia más notable de los últimos tiempos. Integrantes de la mesa chica del ex intendente Arroyo, ambos ex funcionarios, parecían constituir una alianza indestructible. El más importante de ambos intentó imponer su impronta aunque fracasó estrepitosamente en el intento. El otro, con “mucha calle”, supo ganarse la confianza del ex director de escuela. Lo cierto es que en estas horas, se habla de una “mexicaneada” concretada a fines de la gestión anterior y que amenaza con convertirse en una bomba a punto de estallar…

Se habla de quinientas mil razones verdes. “Propiedad” de uno de ellos, pasaron de una mano a otra sin ningún tipo de negociación, ni acuerdo, ni contrato. Se habría tratado lisa y llanamente, de una “mexicaneada”. El origen de los fondos constituiría la verdadera razón por la cual pacientemente, el damnificado intenta recuperar lo suyo sin ruidos ni escándalos. Sin embargo, la noticia ya corre como reguero de pólvora. “Y pensar que yo me inmolé por estos vándalos”, se quejaba días atrás ante algunos correligionarios, otro ex funcionario, ferviente defensor de la libertad de prensa, que se cansó de defender la indefendible gestión del doctor Arroyo y que ahora litiga judicialmente contra la comuna por vacaciones no cobradas durante el último año de su mandato.

Lentamente, la temporada también va tomando color político. Este fin de semana, estará en la ciudad el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Desarrollará numerosas actividades, algunas de ellas en compañía del intendente Guillermo Montenegro, y el sábado, asistirá a la presentación turística que realizará la ciudad de Buenos Aires ante prensa e invitados especiales. “Sin dudas, -reconoció unos de sus asesores mediáticos-, será una buena experiencia para constatar, in situ, la buena imagen del ‘Pelado’ más allá de CABA”. Quien también pasó por la ciudad días atrás fue la ex ministra de seguridad Patricia Bullrich, quien entre otras cosas, sobre el futuro político de Juntos por el Cambio, reconoció que “Larreta tendrá que ir paso a paso ya que sin duda, va a haber competencia”, dijo “La Piba”, a quien siempre acompañó el subsecretario de Seguridad de la comuna, Gustavo Jara.

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Mientras tanto, también en el radicalismo la agenda electoral hace mover a sus principales dirigentes. En este contexto, el marplatense Maximiliano Abad, jefe del bloque de Juntos por el Cambio en la legislatura bonaerense juega un rol preponderante ya que busca presidir el comité de provincia, enfrentando al intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Abad, quien acaba de recibir el apoyo de Lilita Carrió, intensifica sus recorridas por la costa y el interior bonaerense. En próximos actos, contará con el apoyo y la presencia de dirigentes partidarios como Ernesto Sanz, Mario Negri y el actor Luis Brandoni. También trascendió que el sociólogo Andres Malhamud y el experto en neurociencias Facundo Manes (su hermano Gastón forma parte de la lista del marplatense), le pondrán el cuerpo a la campaña apoyando al marplatense.

Otro que se está moviendo intensamente es el secretario general de la Cámara de Diputados de la Nación, Juan Manuel Cheppi. Hombre de confianza de Sergio Massa, estuvo días atrás en Mar del Plata acompañando a la titular de la Anses Fernanda Raverta y al ministro de Economía Martín Guzmán, pero además, estuvo trabajando en la organización del Congreso provincial del Frente Renovador a realizarse en Mar del Plata en la segunda quincena de febrero. Según pudo saberse, el objetivo de la gente de Massa es “seguir trabajando en el equilibrio y la ampliación de la convivencia de los sectores del gobierno”. La consigna del Congreso será “Más Frente de Todos, pluralidad y ampliación de la coalición”.

“Es el año para disputar la agenda de centro”, le dijo Cheppi a un interlocutor local en un restaurante portuario. “Pymes, trabajadores, seguridad y otros temas en los que el Frente Renovador tiene la tranquilidad de que, a diferencia de Cambiemos, se imponen temas en la agenda pública, además puede mostrar resultados”, se escuchó decir en la bien servida mesa. A propósito, Massa compartió un almuerzo de más de tres horas con el presidente Alberto Fernández, donde se analizaron dichas cuestiones. En lo referente al Congreso provincial de Mar del Plata, los renovadores confían en juntar a sus catorce intendentes y catorce legisladores provinciales más los concejales de toda la provincia y dirigentes que son funcionarios nacionales. Está claro que el peso determinante de lo provincial, lo tendrán Meoni, Malena, Eslaiman, Andreotti, Osuna Russo, Lissalde, Arteaga y Garate. Por último, uno de los marplatenses que compartió muchas horas junto a Cheppi en su última visita, no dudó en afirmar que “estamos laburando a full para que el Cholito Ciano juegue fuerte en Mar del Plata”.


El funcionario nacional no paraba de quejarse por la invasión de mosquitos aunque se mostraba feliz porque su hijo, en un balneario de Punta Mogotes, pudo sacarse una foto con Carlitos Tevez (otro enamorado de Mar del Plata) y con el “Burrito” Ariel Ortega quien jugó en una exhibición organizada por YPF, todo en una misma tarde. Cenando con un periodista marplatense sorprendió al señalar que desde el Gobierno nacional hay mucha expectativa por la búsqueda de petróleo en zonas adyacentes a Mar del Plata. “El acuerdo que firmaron YPF y Equinor junto a Shell para la exploración off shore de hidrocarburos del área CAN 100, Cuenca Norte del Mar Argentino es de una importancia que no se si los marplatenses han dimensionado”, sostuvo el bronceado funcionario del equipo de Alberto Fernández, fanático de los calamaretis a la leonesa que degusta cada vez que viene en un restaurante vasco de la calle Juan B. Justo. “Sólo te digo -concluyó-, que laburarán en pozos de más de cien millones de dólares”. Claro está, quienes conocen a la perfección lo que significa este emprendimiento, son los responsables del Cluster de Energía Mar del Plata, constituido por 29 empresas locales reconocidas de los rubros metalmecánico, químico, plástica y servicios, quienes no dudan en afirmar que para Mar del Plata puede haber un antes y un después a partir de estas exploraciones.

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